El renacer tras el duelo

La conocí a través del duelo

Después de la llegada de Pepi se unieron a la manada Bala y Felipe, una pareja de jóvenes P.R.E preciosos. 

Su familia humana tuvo que marcharse bien lejos por motivos personales, así que mientras buscaban una finca cerca de su nuevo hogar para llevárselos junto a ellos, decidimos que juntarlos con nuestra manada era una buena opción. De este modo, hacernos cargo de ellos era más fácil.

Las semanas pasaron y de esa nueva finca nunca se supo nada. Tras un tiempo, Felipe (macho castaño) se murió durante una noche de verano de forma natural. Cuando lo comunicamos a su familia humana, nos pidieron hacernos cargo de forma oficial de Bala si esto no suponía un problema. Aceptamos de inmediato ya que ella ya formaba parte de la nuestra.

Pasado un tiempo de la muerte de Felipe, Bala empezó a mostrar comportamientos poco amables. Según en que parte del cuerpo la tocases (sobretodo barriga – ¿posibles úlceras?) se enfadaba y si no hacías caso de sus advertencias, acababa mordiendo.

Se volvió muy agresiva con la comida, con los otros caballos, perros y humanos.

Me di cuenta de que todos estos comportamientos eran debidos a la muerte de su compañero. Bala estaba mostrando la cara más amarga del duelo, el dolor y el enfado.

Felipe (con cabezada) y Bala en 2013.

Creí que el tiempo lo curaba todo

Decidí darle tiempo, para considerar si con este se sentía mejor y dejaba de tener comportamientos preocupantes. Pero esto no dio fruto alguno, así que me puse manos a la obra y empezamos a entrenar.
Hice una lista mental de cuáles eran sus comportamientos menos deseados:

  • Agresión hacia la comida. En ese momento había muchos niños merodeando la zona, por lo que de vez en cuando les daban unas zanahorias a las yeguas y no podíamos permitirnos ningún susto.
  • Morder cuando se la tocaba. Para mi no era un problema, ya que sabía que esto era fruto de su malestar y que además de siempre avisar antes de morder, se le pasaría a medida que se fuera encontrando mejor. Pero por el mismo motivo que el punto anterior, debíamos de asegurarnos que esto ya nunca más sería un problema.
  • Agresión hacia los otros animales.

Tenía dos opciones para entrenar y trabajar estos tres puntos: el refuerzo negativo o el refuerzo positivo. Frente a la presión (r-) Bala se bloquea, se petrifica o aún peor, se enfrenta a ella. Seguramente esto viene por su doma básica recibida cuando aún era una potra de 3 añitos.

Así que decidí hacerlo con refuerzo positivo, y trabajar la agresión hacia la comida con más comida. De entrada, si no sabes como funciona el r+ parece una idea bastante incoherente, verdad?

Empezando a entrenar con Bala siendo consciente de cuales eran sus necesidades psicológicas.

El resultado fue maravilloso, su agresión hacia la comida, los otros animales y cuando se la tocaba desaparecieron. Trabajar con refuerzo positivo le dio la oportunidad de gestionar todas las emociones que sentía y canalizarlas en algo muy bueno, una relación sólida conmigo, una nueva manera de ejercitarse y un estado mental de paz.

Bala enseñándole a Gigi cómo y en que puntos rascar en 2018.


A pesar de esto no acababa de encajar dentro de la manada por su carácter, hasta que nació Gigi. A la semana de su nacimiento, me di cuenta de que Bala es una yegua cuidadora, su rol es el de cuidar y proteger. Así lo hizo con Gigi, se convirtió en su “tía” favorita, de la que aprendió todo lo que ahora sabe.

En ese momento Bala empezó a sentirse bien otra vez tras la pérdida de su compañero de vida, Felipe. El vacío que sintió por su muerte lo llenó con el nacimiento de Gigi.

El dulce renacer de Bala

Han pasado ya varios años desde esos amargos momentos y ahora sólo tenemos buenos recuerdos y maravillosas palabras de ella. Es una yegua cariñosa, respetuosa y muy poderosa, además de preciosa tanto por dentro como por fuera.

Empezar a entrenar con clicker nos hizo crear una relación sólida basada en el respeto mutuo además de descubrir la motivación intrínseca de ambas. A día de hoy nos lo pasamos genial haciendo ejercicios de más nivel pie a tierra y conseguimos cambiarle el significado negativo que tenía la monta, a veces hasta me pide que me suba encima de su dorso.

Bala es la maestra de las emociones, cada día me recuerda que no va a tolerar una relación en la que hayan pensamientos negativos basados en mi ego humano. Esto me mantiene con los pies en la tierra cuando me ofusco y mi inconsciente empieza a exigir ciertas cosas a través del mal humor y la rabia.

Montando a Bala tras recibir su consentimiento para hacerlo. Su expresión es relajada y atenta a mis reacciones y/o sentimientos.

Por cuidar de nuestra pequeña Gigi, por todo lo que me enseñas y por mantenerme siempre con los pies en la tierra, gracias preciosa Balita.

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